Banksy.


Normalmente el arte urbano, como los grafitis, lleva implícito mensajes políticos y crítica social, las principales características de Banksy y sus obras: «Una pared es un arma muy grande. Es una de las cosas más desagradables con las que puedes golpear a alguien». Pocas imágenes explican mejor esta idea que su mural Maid in London, en el cual una criada guarda la basura por detrás del muro: lo que no gusta se esconde.

Banksy comenzó pintando ratas que llenaron las calles de Bristol, las cuales servían como instrumento a sus críticas burlonas hacia el sistema. Influido, entre otros, por la banda de punk Crass, y por el movimiento Ad Jammmers, basado en deformar imágenes publicitarias y transformar así el mensaje original de las mismas, su obra ha buscado siempre la crítica social y moral, de forma irónica y satírica, utilizando la escritura, la técnica del stencil (estarcido) y el grafiti. 
Pero si alguien ha sido el auténtico maestro de Banksy, la verdadera influencia del artista, ese ha sido Blek le Rat, un grafitero parisino que llenó las calles de París con sus grafitis allá por los ochenta. De él tomo la técnica de la plantilla y el aerosol como medio de expresar sus críticas y sus denuncias: «cada vez que creo que he pintado algo ligeramente original, me doy cuenta de que Blek le Rat lo hizo mejor, sólo que veinte años antes»

Su trabajo trascendió al exponerse en cuatro museos neoyorquinos (Metropolitan, Brooklyn, Historia Natural y Arte Moderno), donde instaló sus creaciones de forma clandestina y también cuando se comenzaron a ver sus obras en varias ciudades importantes del mundo como Melbourne, París, Nueva York, ect. De pronto, en el año 2000, decide organizar una exposición individual. Lo hace en un barco-restaurante, el Severnshed, consiguiendo así diferenciarse de otros artistas callejeros. Después, en 2003, vendrá otra exposición en Londres y más adelante, en 2005 y 2007, una de sus creaciones más impactantes realizada en los muros de Gaza y Cisjordania

El conocido como «Muro de la vergüenza» en Cisjordania fue cubierto por las pinturas del artista. Para Banksy, suponían «la mayor cárcel del mundo al aire libre» y sus grafitis no fueron otra cosa que una larga lista de mensajes en contra. Las imágenes de niñas intentando escapar del muro mediante globos o las imágenes de un cielo azul y de paisajes maravillosos que se cuelan a través de rotos o de pequeños huecos son una llamada de atención en contra de esta construcción. Su repercusión ha sido tal que incluso, hoy en día, existe una ruta turística alternativa para disfrutar de estas obras.



Después de esto, sus trabajos se encontraban ya por ciudades de todo el mundo como Londres, Los Ángeles, San Francisco, Barcelona. Llegó a imitar obras de arte emblemáticas como el David de Miguel Ángel, al que agregó un chaleco antibalas, o Los Girasoles de Van Gogh totalmente marchitos. En 2006 representó a un niño negro con la corona de una conocida cadena de comida rápida.
Entre sus éxitos destaca la exposición de Bristol en 2009 titulada Banksy Versus Bristol Museum para la cual incluso se llegó a cerrar el centro durante tres días en los que el artista pudo montar en secreto su exposición, creando los espacios necesarios para mostrar adecuadamente sus obras. La ironía de exponer financiado por la misma institución que le había perseguido le hizo declarar: «este es el primer espectáculo que monto en el que el dinero de los contribuyentes se utiliza para colgar mis obras en vez de para borrarlas».














Uno de los aspectos que ha levantado más ampollas entre los seguidores y detractores del artista ha sido el precio alcanzado por algunas de sus obras. Para un artista que presume de antisistema y que critica el capitalismo brutal, resulta irónico que sus obras sean de las más caras del mercado, por eso algunos artistas callejeros le acusaron de venderse a ese poder que criticaba.

Independientemente de todo lo que rodea a Banksy, es innegable que es el artista más cotizado, controvertido y admirado en este tipo de arte. No necesita publicidad ni busca aprobación, porque sus creaciones hablan solas, buscando la reflexión de quienes las miran. Muchos han intentado vencerlo arruinando sus obras, destruyéndolas o robándolas para luego venderlas a un precio desorbitado. Son muchas las pinturas suyas desaparecidas como por ejemplo las relacionadas con los juegos olímpicos de Londres. Sin embargo, otros muchos siguen sus enseñanzas, intentan seguir sus pasos y buscan imitar su estilo.

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